domingo, 9 de enero de 2011

MANIFIESTO

Y estuve un tiempo sin escribir, sin tener deseos de decir nada, sin hablar, sumergida en un letargo absurdo y sin saber qué ocurría. Ahora tampoco lo se. Tal vez sea demasiado imbécil. Tal vez sea el destino. Tú me lo dijiste y no te hice demasiado caso, pero tenías razón. Tú veías por mis ojos y te gustaba lo que veías. Yo nunca he visto en los tuyos. Observé tus manos grandes y habilidosas y tu mente veloz. Me avisaste. Me querías. Salí corriendo. Yo no se si quiero saber lo que se, si quiero intuir y ver. Yo solo quiero dormir y no soñar y soñar despierta.

En el momento en que descolgué el teléfono lo supe. El corazón me latía rápido, algo iba a pasar. Mi pequeña máquina infame de menear hematíes no desea funcionar, no se deja querer y no quiere volver a oír de amor, a diferencia de Loriga. Mi piel se ha vuelto arisca, mis muslos difíciles de satisfacer. Mi mente ya no quiere escuchar lo que oye, porque no le gusta, porque ya no existe la belleza en lo que tu representas, porque tu la quemaste con alcohol barato.

Pensé en irme lejos, a las Antípodas tal vez, no porque no hubiera calma a este lado del globo, sino como exploradora buscando lo bello y lo añorado. Olvidar todo lo que no merece la pena ser recordado y volver al origen, al de siempre, al hogar de mi pensamiento, donde soy libre y feliz.

Y recordé que nosotros sin hablar fuimos capaces de entendernos.

6 comentarios:

  1. mi querida disenchanted Miss M, reciba usted todo el ánimo y las cosquillicas en la máquina de menear hematíes del brigadier D, capitán del equipo B, para servirle a usted y a Dios

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  2. cuando era pequeña me cabreaba, no tenía tetas y no me dejaban entrar en los bares,

    ahora puedo ir a cualquier parte.

    fdo. Ojosparati

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  3. Mi querido Comandante CheDryvara, gracias por las cosquillas en mi pequeña maquinita y le mando otras, de las wittgenstenianas. Reciba un cordial saludo y póngame a los pies de su señora.

    Mi querida Ojosparati, me alegra saber que el tamaño de sus tetas haya mejorado tanto que le permitan entrar a cualquier parte. Reciba usted un abrazo mientras contempla el cielo nocturno sahariano y salude a su marido de mi parte.

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  4. El tamaño de unos pechos como 'acicate' catalítico.

    Cuando era pequeña era una masilla y nadie me hacía caso. Menos mal que pude 'crecer' y ahora yo elijo cuándo masilleo, con quién y hasta dónde decido hacerlo.

    Mientras escribo esto cuento las estrellas del cielo sahariano, consciente de que ni puedo contarlas a ellas, ni puedo ponerles nombre más que a unas docenas ni casi a penas puedo decidir desde donde las miro.

    ¡Cuanto menos podré yo elegir los momentos en los que dejar escapar el control de mis emociones! ¡pues no hay estrellas, rincones, dunas de arena y lagos salados!

    Y yo que pensaba que me había hecho mayor, y que por fin podría entrar en los bares, y lo que sucedía es, que me crecieron las tetas..

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  5. Feliz Año Nuevo Mafalda desde muy lejos x

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  6. Mi querida tetónima masilla, espero que usted no se haya hecho mayor a pesar de sus tremendas ubres -doy fe, que yo se las he visto- y que pueda ayudarme con el tema estelar -que tengo un libro con ganas de compartir con usted en lo alto del monte-. Sea feliz siempre y masilla con quien a usted le venga en gana.

    Mi querido anónimo que me desea feliz año, le deseo lo mismo a usted desde aquí, que al parecer está lejos de usted, y espero que se cumplan sus deseos xx

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