Esta mañana he cazado una mosca con la mano. Me acababa de despertar y he oído el zumbido asqueroso de los insectos pesados y me he dicho "a la mierda!", he estirado mi brazo todavía hipotónico y la he agarrado con mi mano. Tal ha sido mi asombro que he pensado que si era capaz de cazar una mosca hoy sería capaz de hacer cualquier cosa. Tremenda hazaña temprana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario