jueves, 29 de marzo de 2012

ENHUELGA-T

¡Qué indignación! ¡Qué falta de cordura! ¡Qué ganas de dejar de ser homo sapiens sapiens! En fin, que hoy he sentido mucha rabia. Estaba yo en clase dibujando y ha llegado un compañero con la cara golpeada y las manos llenas de sangre... sí, sí... los piquetes informativos. Y es que, no hay derecho. Pobrecito, sólo tiene dieciocho años. ¿Qué pensaban los piquetes que les iba a hacer? ¿Atacarles con el carboncillo? ¿quizás meterle un trozo de lápiz compuesto por el culo? Nos ha contado que se les han echado encima y no ha podido hacer nada. Llama a tu padre -le digo yo- y así te desahogas más y le cuentas todo y que venga a ayudarte. ¿Los has denunciado?. Qué va! se habían ido corriendo.
Si no respetamos ni a nuestros iguales, qué cojones queréis reivindicar. Yo no he hecho huelga, no porque no quisiera, sino por mis iguales, por los que hoy me necesitan. Por los que si yo hoy no voy a trabajar se quedan sin atención. Y sí, me quedo con muchas ganas de ir a manifestarme, pero no me alegra compartir esa energía con los radicales y con los enfadados con el mundo.