viernes, 14 de mayo de 2010

HOMO SAPIENS SAPIENS

MAÑANA

-Qué buena estás, arrgghhhh

Me giro y hago como que no le he escuchado.

-Si con ropa estás tan buena, como estarás sin ella, buff.

Le miro a los ojos y le respondo con gran enfado:

-Haz el favor de no decirme más esas cosas.

-¿Por qué? Si son verdad. Vente conmigo a almorzar. Te invito.

Hago balance y pienso: cómo es posible que estés tan aburrido que siempre estás igual. Llevas 5 años así. Siempre te ignoro pero ya estoy cansada. Te empiezo a hablar mal a pesar de que va en contra de mis principios. ¿Por qué lo haces? Te digo una y mil veces que no me hables así y no te importa. Soy educada pero tengo un límite. Hoy he estado a punto de soltarte una hostia y un puntapié en la boca.

TARDE

Entro al bar.

-Las mujeres sólo sirven para barrer y para cocinar. Barre y cállate, capullo.

El chico está de espaldas pero sé quién es.

-Sólo para eso, bueno y para otras cosas, jo jo jo , para darnos gusto.

Miro a la camarera. Pobrecita, ella no dice nada, se limita a barrer los cristales del vaso roto del imbécil que le habla. Porque este imbécil, que dice esas chorradas, es tan inútil que ni siquiera saber sostener una copa en la mano. Se gira:

-Cuánto tiempo llevas ahí? Has oído lo que he dicho?

-Sí. Me limito a mirarlo con mi cara de asco. Se avergüenza.

-Estaba bromeando.

-Vale. Un solo por favor y el periódico –me dirijo a la camarera-.

Este chico, por decir algo, tiene 17 años y muy poca personalidad. Pide cubatas en los bares e insulta a las mujeres para parecer importante.

-Oye, qué bueno lo del otro día. Ya no me duele.

-De nada.

Salgo a la terraza a fumar cigarros, beber café y leer el periódico. Qué decepción. Yo sabía que era un poco idiota pero nunca pensé que lo fuera tanto. Entonces pienso que cuanto más ignorante es alguien, más tonto me lo parece. Cuánto cobarde por ahí suelto. Te atreves a decirle eso a la pobre muchacha que hace bien su trabajo y te acojonas cuando me ves, porque me conoces, porque sabes que lo que dices no tiene ni pies ni cabeza, porque sabes que yo sé quién eres y sé que eres un cobarde poco inteligente. Joder, te queda poco para cumplir 18 años. ¿Qué ha pasado contigo? Me das mucha pena y decido escribir esto, porque no eres tú solo, porque hay otros como tú que rondan por ahí y hablan con desprecio, como si estuvieran enfadados con el mundo. Pero ¿qué está pasando? Con lo agradable que es ser amable y educado con los demás, con lo barato que es sonreir. Peor para vosotros, se os pudrirá el corazón y se os deshará el alma; caminaréis como trozos de carne con patas y ojos incapaces de articular palabra.

2 comentarios:

  1. amiga disenchanted,
    cómo me habrá gustado su post que me he comprado un sombrero para poder quitármelo. Excelente su análisis de la psicología neanderthal post púber, y excelente también su comportamiento (de usted) si tal anécdota es real. Digo si es real, porque nosotros mentimos como macacos en nuestro blog (por ejemplo, Madcap no lleva gorra ni el Inspector es inspector de verdad).

    Anyway, sea o no extraída del universo paralelo del pasado, su historia me ha tocado una neurona y me ha hecho recapacitar sobre las cosas que decimos y cómo las decimos. Sobre cómo actuamos delante de algunas personas sí, y delante de otras no; y me ha recordado ese experimento en que le ponían una peli de miedo a un japonés: si la veía solo, gritaba, se tapaba la cara, se mordía las mangas de la camiseta. Si le ponían un desconocido al lado, su comportamiento era parecido al de una estatua, incluso su actividad cerebral era más leve.

    A veces, los chiquillos de las motos necesitan oírse diciendo disparates que no han pensado bien. A las chicas les rompen el corazón cuando pasan por su calle agitando sus banderas. Pero luego, un día ponen la oreja y escuchan realmente lo que dice el pollo de su novio: y se extrañan, y se preguntan sin preguntarse "pero a este tipo qué le pasa?", de dónde sale tanto odio, de qué su frustración. Lisa se enamora de Nelson, y le pregunta con qué sueña y él le contesta "no sé, ...con cosas oscuras".

    hay un tipo de maldad que es básicamente idiotez, inconsciencia, egocentrismo infantil y pulsiones animales sin el mínimo control. A veces es atractivo (tanto en ellos, como en ellas), pero a Lisa en seguida le aburre Nelson y vuelve a ponerse frente a él.

    ResponderEliminar
  2. Amigo Bio,
    que me parta un rayo por la mitad si estoy mintiendo. Tan cierto como que el cielo es azul y con esa temporalidad además, mañana y tarde. Siempre he tenido muchas ganas de ir a Japón y contemplar con mis pequeños ojos ese saber estar y ese afán de mantener el honor que tienen. Recientemente he conocido otras versiones sobre el carácter japonés que han aumentado mi continuo desencanto por la simpleza y la bondad. Así que de momento creo que no les visitaré. Prefiero beber cerveza barata mientras bailo al ritmo de DJ Guille Vialáctea.
    La maldad fatua aburre, la maldad inteligente engancha.
    Todos tenemos nuestro rincón oscuro, unos más grande que otros, donde guardamos la basura y las cosas que nunca decimos.
    Un enorme beso para usted!!!!

    ResponderEliminar