viernes, 4 de junio de 2010

TEMPUS FUGIT


Te conocí hace mucho tiempo y en aquel momento ni se me ocurrió acercarme a ti. Alguien me dijo que yo te gustaba a lo que respondí con una enorme sonrisa. Pensé que hubiera sido genial conocerte más y entonces supe que algo en mi vida no iba bien, porque si pensaba en conocer más a alguien qué coño estaba haciendo que estaba con otra persona.

Como por aquel entonces mi grado de percepción de la realidad y actuación en consecuencia estaba bajo mínimos, decidí no hacer nada, ni para un lado ni para otro, hasta que un día, sin esperarlo, un extraño me soltó un beso. Yo me dejé llevar y me di cuenta de que mi vida iba aún peor y quécojoneshagoyoaquíconestetío.

En fin, que me he ido dedicando en este tiempo a dejarme querer a veces y a querer poco. Otras veces también he querido mucho pero sin que me hicieran demasiado caso. Siempre poniendo escudos y barreras para que nadie venga a hacerme daño.

He encontrado, porque he buscado poco, historias que no me llevan a ningún sitio, que aminoran mi velocidad mientras sigo con mi vida y creo que no son más que tapaderas para intentar limpiar mi eterna desgracia sentimental.

Porque los demás nunca se enteran de nada y yo menos todavía.

Siguiendo la filosofía planetaria me vienen dos frases a la cabeza “si tu no me quieres tampoco te quiero yo a ti” y “eres bonita y no te has casado”. Además de esta filosofía barata, por la cual se rige mi vida, pienso a menudo en las cosas que dice Punset, en su búsqueda hacia la felicidad. Para mí, todo lo que dice este hombre es completamente cierto. En la búsqueda hacia la felicidad existen varios caminos; unos son largos y otros son atajos. Las cosas que nos producen felicidad son en primer lugar la comida y el sexo, sin las cuales no se perpetuaría la especie. Además tenemos la música y el arte. En última instancia están los atajos, que serían las drogas: tipo tabaco, alcohol y de ahí para arriba. Y yo sigo pensando que es cierto porque las cosas que más felicidad me producen son esas.

Disfruto con la comida hasta el punto de estar diciendo ummm a cada bocado.

Adoro el sexo

La música me vuelve loca.

El arte. Ese eterno amigo-enemigo con quien no supe hacerme entender y al cual admiro.

El alcohol mola que no veas

El tabaco me parece un vicio absurdo pero me encanta

La droga…

Todo este compendio de felicidad me lleva a los siguientes pensamientos vitales:

Cuando se piensan mucho las cosas es porque no están bien.

Los impulsos, las emociones, los sentimientos, no nacen del corazón, por muy romántica que sea la idea, sino de la cabeza. Un impulso y zas… a veces metemos la pata y otras veces se nos ocurren ideas increíbles Estos impulsos son la vía más directa que tiene nuestro cerebro, brain en inglés y cervello en italiano; nos ayudan a actuar más rápidamente y nos hacen tener más ideas creativas que el pensamiento meditado. Si no fuera por ellos no existiría ni el arte ni la música y no seríamos capaces de enamorarnos (y con esto me refiero a enamorarnos de cómoesposiblequemegusteamiestetío).

Si te pasas la vida pensando en el mañana, no te enterarás ni una mierda de lo que estás viviendo hoy.

A veces me siento desgraciada sin motivos, a veces me troncho de risa yo sola. A menudo me siento rara. Normalmente se que nadie me entiende.

Se que no encajo en ningún sitio, por eso tengo amigos de todo tipo.

No espero nada de nadie, ni bueno ni malo.

No quiero depender de nadie, en ninguno de sus aspectos.

No soporto que me repitan las cosas.

A veces me enrollo tanto hablando y escribiendo que yo misma pierdo el hilo.

2 comentarios:

  1. "hay que hacerle caso a Eduard Punset
    sabe cómo, cuándo y sobre todo por qué"
    cantan Los Punsetes en la canción que le dedicaron al sabio que les concedió su nombre. Una forma de homenaje al tipo que defiende la neurociencia como conocimiento necesario para la ética. ¿Cómo no va a ser importante saber de las sinapsis, que generan pensamientos; de los neurotransmisores, que nos abocan a emociones; de la física y la química de nuestro cerebro, que produce estados de ánimo a cascoporro?

    Es un saber imprescindible; pero como dicen los filósofos, un saber necesario, pero no suficiente. ¿Cuántos neurobiólogos no habrán sufrido por amor? ¿Cuántos epistemólogos habrían cambiado toda su ciencia por el calor de unas sábanas desordenadas?

    Ay, la vida, qué jodía:

    "A veces me siento desgraciada sin motivos, a veces me troncho de risa yo sola. A menudo me siento rara. Normalmente se que nadie me entiende."

    ¿Será la caprichosa sinapsis, un neurotransmisor que se entretuvo mirando las amapolas, una amígdala con vida propia?

    ¿Qué es el amor? ¿Por qué hace tanto calor? Son preguntas con respuesta, pero nunca satisfactorias; al menos, no tanto como un beso o una buena canción en tu mp3 mientras corres entre animalillos silvestres

    saludos desde el hiperespacio.


    Comandante D.

    ResponderEliminar
  2. Los Punsetes también dicen "que le den por culo a tus amigos, pasa de ellos y ven conmigo". Llevo varias semanas sufriendo amigdalitis cerebral aguda. La Dra. Anchoa me dijo que como no me tratara iba a ser crónico y decidí ponerle remedio para que no sufrir un click in my brain. Pero los circuitos están un poco estropeados, de tanta conexión, la serotonina no se segrega como debiera y la amígdala sigue haciendo destrozos por su cuenta. La última recomendación médica ha sido: "salga usted a pasear a perro y escuche eso que tanto le gusta, beba cerveza y dróguese alegremente y olvídese de la filosofía planetaria que es demasiado decadente. Búsquese un buen asesor. Queme su bancal sentimental. Pase de estudiar en la próxima temporada y acuda a ver puestas de sol. Debe fumar menos y comer más chorizo. Aprenda ya a tocar la guitarra y continúe con su carrera artística. Déjese de chorradas y de historias chorras y escuche más chistes. Y si usted es cabezona y no me quiere escuchar pues en ese caso que la jodan, que le den una hostia o váyase a zurrir mierdas con un látigo".

    ResponderEliminar